Crear una franquicia es una gran alternativa para muchos empresarios que buscan seguir creciendo, pues da muchas ventajas, como una mejor gestión de las ventas al tratarse de un negocio con mucho menor riesgo que otros, aparte de tener una velocidad de expansión mayor.
Cuando franquiciamos una empresa permitimos que crezca, debido a que al compartir con otros empresarios la forma de trabajar, adquirimos conocimientos nuevos que pueden resultar beneficiosos para la marca. Con cada unidad de negocios que surge de tu franquicia crece el nivel de captación por parte de las personas y esto da mayor visibilidad sobre la comunidad donde se encuentre localizada.
Así mismo, al convertir tu negocio en una franquicia no solamente estás compartiendo las claves que te llevaron al éxito y la forma de trabajar de tu marca, vas a favorecer tus vías de desarrollo al tener mayores puntos de venta distribuidos en todo el país. Además de contribuir con el crecimiento de nuestra empresa, también ayudamos a la economía al generar nuevos empleos y con ello, también estamos mejorando nuestra imagen como marca ante el mundo al ser una empresa que ayuda al desarrollo del país.
¿Cómo un negocio tradicional puede transformarse en franquicia?
Para tener la oportunidad de transformar tu negocio tradicional en una franquicia lo primero que debes de hacer es tener una base de negocio exitosa, esto quiere decir que nuestra empresa ya esté funcionando de manera óptima y que ya esté dejando ganancias significativas.
Todo debe estar correctamente documentado, es importante que generes un manual donde se anoten todas las especificaciones. En este documento se debe colocar todo acerca del negocio: cómo fabricar el producto o servicio, la manera de tratar a los clientes, la limpieza del lugar, cómo deben de ir acomodados los artículos… para que la persona que busca adquirir tu franquicia tenga un conocimiento de cómo se trabaja en tu empresa.
Algo importante es que debes de ser experto en atraer los clientes, ya que lo que busca el usuario al adquirir una franquicia es evitar comenzar desde cero, quiere empezar con una base de clientes que conozcan a la marca y así tener ganancias desde el día uno.
Transformar nuestro negocio en una franquicia es un paso muy importante con el que vienen muchas responsabilidades, pero también hay muchos beneficios que pueden verse reflejados con el tiempo y es una forma segura de seguir creciendo como marca.